Es una de las mamás vlogeras más seguidas del país. Con más de 10 mil followers en Instagram, la fotógrafa y apasionada a la cocina Adriana Kouri se muestra a sí misma desde hace dos años como madre en @atipicalife, espacio que comparte con sus hijos Galo y Mariano, el primero diagnosticado con Trastorno de Espectro Autista (TEA) y el segundo el que le dio la oportunidad de ser una madre tradicional. Se podría pensar que su vida es complicada y estresante, pero solo es atípica.

La vida de Adriana no ha sido fácil. Haber acompañado a su madre en su lucha contra un cáncer de la cual salió victoriosa y criar a un hijo con autismo son retos que pueden sumir a cualquiera en un fuerte cuadro de estrés, pesimismo y malhumor, pero no a ella. Con una energía y mente rebosante de positividad, Adriana vive el día a día feliz y conforme con lo que le toca, al lado de su esposo y sus pequeños.

“[El ser positiva] es una herramienta que yo he usado desde chiquita para poder afrontar mis problemas, de no ser así de repente estaría hundida. Es mi manera de vivir, mi salvavidas. Si no lo viera así, estaría bajo tierra”.

Se las ingenia para difundir esta idea a través de su cuenta de Instagram, donde ha creado una comunidad conformada por madres y padres que día a día hacen catarsis e interactúan con ella a través de cada foto, cada video y cada storie donde da a conocer su experiencia en la maternidad. Adriana es consciente de que no todos ellos cuentan con las condiciones para poder comprender y adecuarse a la crianza de un niño con autismo, sin embargo, y muy a pesar de haber vivido la parte más cruda de esta aventura, está convencida de que un hijo con esta condición no es el fin del mundo.

“Los chicos con autismo son inteligentes y tienen otras fortalezas que pueden desarrollar. La idea es desarrollarlas y hacérselas notar para que salgan adelante en lo que ellos quieran, guiarlos para que con lo que hagan en esta vida puedan ser parte de la sociedad, funcionales, y por ende, felices”.
La paciencia y la tolerancia, de la mano del respeto hacia el estilo de vida que tiene que llevar Galo, son herramientas de las que se vale para diseñar el proyecto de vida que tiene planeado para él, y al mismo tiempo enseña a Mariano a comprender y querer a su hermano mayor, confiando en que en un futuro, ambos se convertirán en la clase de persona que una sociedad inclusiva y respetuosa requiere.

Despreocupada, Adriana puede hablar sobre la otra cara de la moneda de la maternidad, confirmando el hecho de que un hijo te cambia la vida, pero quitándole en romanticismo a esta idea. “Para tener hijos hay que tener una buena relación, una base solida para poder brindar una buena calidad de vida, no solo a los hijos, sino a la misma relación. De lo contrario, no deberían tener hijos, no porque sea malo tenerlos, sino porque es muy probable que te separes.”.

Aun así, esta faceta ha sacado lo mejor de sí misma, y no deja de pensar en que está viviendo la experiencia más increíble de su vida al lado de su esposo (no se confundan, Galo y Mariano no han logrado que este matrimonio fracase).

Siempre se ha preguntado qué pensarán sus hijos cuando sepan lo que hacía su mamá con @atipicalife, un espacio que la hace sentir súper poderosa y es la tribuna desde la cual promueve la inclusión, informa, lee y escucha a otras personas con las que está atravesando el mismo viaje.