Una madre escribe poemas, mientras una niña les corta el cabello a sus muñecas y diseña el »outfit»de las mismas. Eran las primeras muestras de la inquietud por acercarse al arte y convertirlo en su oficio. Laura Cuadros ha sido camaleónica hasta ahora, no nos sorprendería si conociéramos nuevas facetas de ella a sus cercanos 30 años. Siempre tiene una historia nueva por contar al igual que la mirada de los personajes que pinta en sus cuadros, quienes ya han recorrido varias galerías de arte y espacios en Lima.

Laura Cuadros ha sido asistente de reconocidas diseñadoras, maquilladora profesional, diseñadora de su propia marca de ropa la cual llevaba su nombre, bloguera en Orgánica, un espacio en la red de comida saludable y estilo de vida. Tuvo un paso atrevido y audaz en el mundo del modelaje gracias a su mejor amigo quien, sin aviso, envió sus fotos para el programa concurso Peru’s Next Top Model. Este concurso, buscaba a la nueva figura de la pasarela nacional y fue transmitido en señal abierta. Se atrevió a parar todo y experimentar la pasarela, incluso llegó a ser finalista de dicho programa donde el drama estaba a la orden. Fue la oportunidad para ponerse en vitrina y llegar a más personas.

La artista, quien lleva varios años trabajando como ilustradora y diseñadora para varias marcas reconocidas, nos invita a imaginar y reflexionar sobre el mensaje que quiere transmitir. Posiblemente estemos hablando de un arte con fin social que busca impactar y mostrar más de un mundo acelerado, un mundo a lo Laura, totalmente ‘multitasking’ y curioso, con hambre de explorar nuevas experiencias y viajar cual polen para ser fruto de su mejor versión.

Su obra favorita es siempre la última, pues la técnica va en evolución y la inspiración es inagotable. Reconoce que, si los personajes en sus pinturas pudiesen hablarle, sería mucho más fácil. Tendría más información y el lazo emocional sería totalmente distinto, pero igual de fuerte. Como esa fortaleza que lleva, para vivir del arte en el Perú, sin dejar que minimicen sus obras y así reconozcan su esfuerzo. Actualmente vive sin presiones y con libertad. Ella es un lienzo virgen dispuesta a hablar por sí misma mediante los ojos de quienes la ven y están dispuestos a soñar.

Laura Cuadros, la loca apasionada, curiosa y atrevida aún está dispuesta a descubrirse y fluir. Ella sigue siendo cómplice de esas emociones que aún la motivan a ser una “loca buena” para reinventarse cada vez que sea necesario. Mientras lees esto, seguramente Laura está pintando lo que sería su próxima exposición sobre retratos, con un dulce de jengibre que se deshace en su boca y una sonrisa gigante de una artista que se ha abierto paso a paso.