Seguro eres una de sus 242 mil seguidores en Instagram, o quizás has leído su blog Le Coquelicot (“amapola”, traducido del francés al español), o a lo mejor la has visto como host del programa #ModoModa del Canal J. Tana Rendón no nos deja de sorprender con los grandes logros y el multifacetismo que posee a sus 30 años. ¿Aún no la conoces? Conversamos con ella en una entrevista DE PORTADA.

“Cuando recién tuve uso de razón, estaba muy chiquita, le pregunté a mi abuela: ‘abuelita, ¿quién se encarga de hacer la ropa?’, y ella me respondió: ‘ah bueno, los modistas y diseñadores’, y le dije: ‘ah ya, yo quiero ser uno de esos’”, y así fue como inició la travesía para convertirse en diseñadora de modas.

Antes de atreverse a crear su propio blog de moda, trabajaba para una fábrica de textiles que le permitió conocer más de este rubro y la confección de prendas tanto en Lima como en el extranjero. Sin embargo, luego de tres años, en el 2009, decidió renunciar porque se dio cuenta que Le Coquelicot blog era su negocio, y por entonces lo reconoció con sorpresa, pero lo supo asimilar. “La creación de la marca [Le Coquelicot] ha servido para poder mantener la esencia del blog y hacerla trascender en un producto que tenga mi ADN”, nos cuenta con alegría.

Dedicarse 100% a su blog fue un éxito: Mejor Blog de Moda y Tendencias del 2012 y ser una de las 10 bloggers más influyentes de Sudamérica según el portal web de tendencias Stylesight son algunos de los reconocimientos que Le Coquelicot le ha traído. Sin embargo, para Tana el que profesionales del rubro consuman su contenido y tener seguidores que admira, es su mayor premio.

Para hacer toda esta magia posible ha necesitado de inspiración, ¿cuál ha sido? “No puedo decir que haya una sola fuente de inspiración, es un poco de todo, aunque tiene que ver un poco con mis gustos musicales, con mis gustos en las películas, en lo artístico, en mis viajes. Todo eso es parte de la construcción de mi ser creativo”.

Le Coquelicot además de ser un blog, también es una boutique online y no una marca masiva. “Realmente hacemos las colecciones sabiendo que todo se va a vender, que va a respetar nuestros lineamientos de orden y de buen trabajo sin tener que sacrificar calidad, porque cuando uno hace producciones masivas, es probable que tengas que sacrificar calidad”, nos revela Tana.

Este 2020, Tana tenía pensado llevar una selección de prendas de la marca a distintas provincias, pero la pandemia producida por el COVID-19 cambió las reglas del juego. “A principios de este año teníamos planeado llevar una selección de prendas a provincia y tener workshops. Ahora estamos terminando de hacer ajustes para que [las prendas] puedan ser lanzadas online y brindar la misma experiencia a través de mi web Le Coquelicot Shop».

Tana desea difundir más información sobre moda, inspirar a otras personas y hacer que sus clientas confíen en sí mismas. Está lista para trasladar ese sentido fashionista a la era digital. “Busco crear productos afín a mis lectoras, que son personas que han crecido conmigo, y a las nuevas seguidoras, con quienes más allá de la edad o del país donde nos encontremos, compartimos el estilo femenino, divertido, un poco casual”.