Sebastián Alfaro encarna la definición de un ganador nato y una promesa hecha realidad, convertida en motivo de orgullo. Sus contemporáneos lo ven como inspiración y apenas tiene 23 años. El ganador del triplete en diversas modalidades del ciclismo durante el 2019, gambetea y dribla todos los obstáculos que se le presentan para alcanzar sus metas. Esta es su historia.

“Parece broma, pero conocí la bici antes que la pelota de fútbol. Desde niño siempre he montado bicicleta, felizmente tenia un patio, estuve ahí dándole y dándole”. Su padre, un apasionado, conocido por pedalear por diferentes lugares, le inculcó ese gusto sacándolo a pasear en bicicleta por su vecindario.

El apego a este vehículo de dos ruedas se hizo más fuerte cuando solía competir con su primo montando bicicleta. “Siempre competíamos. Si yo lograba superar un obstáculo, el superaba otro”. En el colegio solía practicar fútbol, básquet y atletismo, disciplina con la cual llegó a competir en el Campeonato Nacional de Atletismo durante un año, en la modalidad de salto largo.

“Ya llegó un momento en el que tuve que tomar una decisión y me metí con todo a la bici”, comenta. Dejó de lado otros deportes y, a pesar de que tenía tan solo 12 años, empezó a competir en circuitos de bicicross y downhill contra muchachos de entre 15 a 17 años. A tan corta edad, su nombre ya hacía eco entre las multitudes. Muchas veces ganaba las competencias o se posicionaba en el podio.

Por su destreza y talento, era invitado a participar en competencias en el extranjero. Aún no podía competir porque aún tenia 14 años y no cumplía la edad mínima oficial para participar. “Ya a los 15, con los años previos de competencia y aprendiendo, tomo el tema de estrategia y competencia, y decido ir al Campeonato Panamericano que fue en México y en la categoría cadetes que es sub 17”, competencia en la cual ocupó el primer lugar. Con ello, se convirtió en el primer peruano en obtener una medalla de oro en downhill, y es entonces cuando empieza a ver su carrera de manera profesional.

Sebastián tuvo que replantearse objetivos, incrementar las horas de entrenamientos, mejorar estrategias y tener un entrenador a su lado. A la par de su desarrollo como ciclista profesional, tuvo que trabajar el aspecto psicológico. Considera que toda persona que quiere tener éxito en la vida o en su ocupación debe tener una mentalidad ganadora. “No voy a decir que no me ponía nervioso cuando competía, que no tenia presión, pero era algo bueno, porque yo me di cuenta con el tiempo que esos nervios, esa presión era porque me interesaba estar ahí y quería lograr mi objetivo”.

En estos tiempos de inmovilización social, Sebastián continúa con su rutina de entrenamiento y las complementa con sesiones online. Además se dedica a estudiar Administración y Negocios del Deporte. “A veces estoy pedaleando una hora u hora y media, a veces estoy viendo un video de la universidad o siguiendo una clase o en mi tiempo libre veo una serie”, comenta. También suele entretenerse en Instagram, su red social favorita, en la cual comparte su día a día, recomendaciones y se entretiene con sus seguidores.

Sebastián promueve la cultura #MeMuevoEnBici para poder evitar el congestionamiento vehicular y sobre todo para que haya más ciclistas en nuestro país. Asimismo, considera que la televisión es una vitrina importante para que el ciclismo peruano crezca y mejore. “Yo creo, pienso y siempre digo que uno de tus socios principales tiene que ser la TV. Por eso, en el deporte, tiene que existir un canal de TV que ofrezca buen contenido de ciclismo y así lograr ese win – win entre empresa y deporte”.