“Un amigo me enseñó que las personas creen que la felicidad se encuentra en las cosas que alcanzamos. Lucho por conseguir mis objetivos y vivo feliz cada día. Pienso y sueño en grande”.
El mundo de la actuación, a sus quince años, le ha traído grandes satisfacciones. Hoy, Merly Morello nos abre su corazón y nos confiesa cómo, entre las cámaras y la adolescencia, está construyendo su camino hacia la felicidad.
Las casualidades no existen. Quién mejor que Merly para saber que todo evento aparece con una finalidad en nuestras vidas, como su primera clase de actuación. “Yo en realidad quería bailar y esas clases venían acompañadas de unas lecciones de jazz y tap. El teatro musical era algo nuevo, pero no había una razón para no intentarlo”. Desde el primer momento que entró en acción quedó enamorada del arte hasta convertirlo en su mayor pasión.
Suena un poco curioso que antes de ser actriz, ella soñaba con ser una tenista profesional. El destino es un baúl de sorpresas, pero en este caso fue una partida a su favor que la llevó de las canchas a las pantallas.
Lo que más desea es permanecer en un aprendizaje constante recibido de sus compañeros, lo que observa en televisión y las obras de teatro. Son las tres piezas claves del rompecabezas que le permiten comprender y gozar al máximo de sus experiencias. “Lo más importante para un ser humano es aprender a escuchar porque si no lo hacemos, no podremos crecer como personas”.
Entre el género urbano y el latino ha encontrado otra forma de expresarse y liberarse. En general, el baile la llena de felicidad. Siempre busca un espacio libre en su rutina para practicarlo.
Ella es una adolescente y no olvida que debe vivir como tal. Con el tiempo ha logrado encontrar un balance entre el trabajo y sus estudios para realizar sus hobbies favoritos como caminar, salir con sus amigos y dormir. “Disfruto mucho dormir. En la serie manejo emociones muy intensas para un joven de mi edad, y eso cansa muchísimo”.
Con respecto a las redes sociales, ha decidido dejar a un lado las críticas. “Quiero que las personas me vean como soy y sepan lo que pienso”. Al inicio, le fue difícil lidiar con distintos tipos de comentarios ya que no pensó que algunos “seguidores” les molestaría lo que a ella le gustaba hacer. A todo lo malo busca darle la vuelta y quedarse con lo positivo. Esta lección le ha ayudado a volverse una persona segura de sí misma. Ahora solo le importa cumplir con su promesa de mostrarse coherente con sus acciones y pensamientos.
“Si las personas buscan aprender algo de mí, quiero que luchen por sus sueños”. A su corta edad nos enseña que cualquier deseo puede ser alcanzado con una dosis de pasión y dedicación. En especial, si se trata de un talento artístico. El arte es hermoso y es vida. Te da el poder de conocerte y abrir la mente.
Todas estas creencias le vienen de la inspiración de su mamá quien ha estado a su lado en cada paso. Es una mujer luchadora y llena de valor. “Siempre me aconseja que por muy alto que me encuentre, es importante mantener los pies en la tierra”. Ella busca inculcarle una educación de acuerdo a nuestros tiempos donde nadie es dueño de la verdad. Definitivamente, Merly está contagiada de ese espíritu de guerrera y de la vitamina de energía cuando es necesario ir detrás de un objetivo.
Amar y respetar para un mundo mejor y sin estereotipos. “Considero que los medios han implantado los moldes de la mujer y el hombre perfecto. Para no influenciarnos de eso, es importante saber quién somos y reconocer nuestras fortalezas”.
Para un joven es complicado tener una personalidad y seguridad forjada en esta etapa de descubrimiento, desarrollo y muchas inseguridades. Es esencial contar con el apoyo de nuestros padres para no guiarnos de opiniones que no tienen un aporte constructivo. Debemos aprender a querernos y conservar la fuerza que nos empuja a creer en nosotros. El secreto de Merly reside en la confianza de su vena artística. También, el estar rodeada de grandes amigos le ha permitido sentirse querida y darse cuenta que está en el lugar correcto.
El talento y la alegría desbordan cuando las luces iluminan a Merly Morello. Que las cámaras nunca se apaguen y nos permitan disfrutar de su hermosa sonrisa. Mientras tanto, ella continuará viviendo las ilusiones, fantasías y esperanzas que conserva en lo más profundo una adolescente. Sus ambiciones de enfrentarse a nuevos retos la llevarán lejos, y será muy grande. Gracias por inspirarnos esas ganas de vivir y soñar.