De vez en cuando la vida se encarga de interrumpir la línea de estabilidad emocional que tratamos de aparentar poseer y muchas veces se interrumpe gracias al enamoramiento; pero esta vez no es cualquier enamoramiento, es ese del cual te das cuenta cuando estás riéndote muy a gusto con ese chico, hace algo tonto, le sonríes y rápidamente viene el golpe de realidad que te hace pensar que, pues, te enamoraste de tu mejor amigo. Después de eso ya no puedes seguir haciendo lo mismo; la dinámica cambia, te sudan las manos, empiezas a reírte nerviosamente y el corazón empieza a palpitar a mil por hora.

Ya nada es igual después de eso, ahora te preguntas cómo vas a enfrentar esta situación; porque sabemos que ocultar lo que sentimos hasta que desaparezca no es la mejor salida. Ya no tenemos 12 años, este enamoramiento es de gran impacto y para algunas que no tenemos parachoques el resultado puede ser fatal o, al contrario, alguna suertuda puede ser una camioneta 4 x 4 que termina sin ningún rasguño; si eres de las últimas, hazte un favor y juega La Tinka.

Muchas de nuestras películas favoritas tratan de este tema: “Si tuviera 30”, “Harry y Sally” y “Amigos con derechos” son algunas de ellas y todas terminan en el cuento de hadas en el cual ambos se enamoran, se casan y viven felices hasta que empiezan los créditos; pero esta no es una película, es la vida real y aunque sea muy bonito fantasear, sabemos que a veces las cosas no salen como queremos, ¿o sí?

La verdad es que, en esta situación, hay muchos puntos en juego; primero lo primero, si le dices a tu amigo que estás enamorada de él y no es recíproco puedes terminar asustándolo y luego las cosas se pueden poner incómodas y fin de la amistad. O también puedes admitir que te gusta cuando están borrachos, terminan siendo amigos con beneficios y las cosas terminan mal. Esto último le pasó a una de mis amigas y para no revelar su secreto le cambiaremos de nombre a: Rachel (estaba viendo Friends hace un rato donde casi todas se enamoran de su mejor amigo, irónico) Rachel es una chica como cualquiera que metió la pata un poquito -bastante-: Un día salimos tranquilas a una discoteca con algunos amigos y entre ellos estaba el mejor amigo (llamémoslo Joey). Disfrutamos hasta que, al final de la noche, a todos se nos había ido de la mano la cantidad de tragos que tomamos y por eso Rachel llegó al punto donde las cosas se te pueden salir un poco de control. Ella y Joey terminaron haciendo cositas y por ahí llegaron a ser “Amigos con derechos”.

Todo iba bien, hasta que Rachel se enamoró. Trató de seguir con la relación casual, pero los sentimientos hicieron que se complicaran las cosas y, porque la vida pensó que esto no era suficientemente malo, se enteró que ella no era la única que “jugaba monopolio” con él. Rachel decidió ponerle fin a la amistad con beneficios, pero su verdadera amistad sufrió daños colaterales.

Conclusión: No seas como Rachel.

Mentira ¿Te lo creíste? No creo que las cosas hayan terminado para ellos dos, creo que su amistad, como en cualquier momento les sucede a todas, está pasando por un altibajo y para superarlo tienen que darse tiempo y espacio.

Enamorarte de tu mejor amigo puede ser peligroso, pero sabemos que es algo que no está en nuestras manos. Cuando queremos a alguien, lo queremos y punto. El amor es el sentimiento más hermoso y más humano que poseemos, tratar de taparlo es como tratar de contener a una estrella, es simplemente estúpido.

Aceptar lo que sientes es el primer paso, luego cuando ya hayas caído en cuenta pasa al siguiente que es un poco más difícil: demostrar que lo quieres y esto no tiene que ser necesariamente declarándole tu amor, tienes que recordar que las acciones vale mil veces más que las palabras, con pequeños detalles como invitándolo al cine, viendo a ver su partido de fútbol o preparándole algo de comer le estás diciendo lo mucho que significa para ti. El tercer paso sería pensar en cómo es él y que le gusta para así trabajar en formar el mejor plan para decirle lo que sientes.

Después de que esté el tema en la mesa puede haber dos resultados: Que él también esté enamorado de ti, que no esté enamorado de ti.

Si está enamorado de ti pues, ya sabes que el siguiente paso será averiguar si quiere tener una relación contigo y lo que sigue ya será un tema para otra columna; porque, este es el club de la soltería y esas cosas a nosotras no nos pasan.

Si no está enamorado de ti pues te diré lo que le dije a Rachel, dense un tiempo, podrá ser incomodo al principio, pero si ambos están seguros de su amistad al final las aguas se calmarán y poco a poco, con esfuerzo, regresarán a ser los amigos que fueron antes y verán esta experiencia como algo que contarle a los nietos, porque seamos honestas, la mayoría de veces terminan juntos, o al menos eso es lo que mi lado romántico quiere creer (por favor no lo arruinen, mi imaginación es lo único romántico en mi vida).

Cualquiera sea el resultado ármate de valor y dile la verdad, como dice mi mamá: “No hay peor gestión que la que no se hace”; o algo así, pero más romántico.