Pasión y dedicación. Así se puede definir el día a día de María Gracia Mujica, una joven que decidió estudiar gastronomía y se especializó en pastelería, después de haber pasado por diversas carreras, siempre sintió que el arte lo llevaba en las manos.

Sus mañanas empiezan a las 5:50, entrena, se baña y se alista para empezar con la producción en su taller, donde cuenta con 3 ayudantes, quienes además de ser muy buenos pasteleros, la ayudan a tener todo organizado en el calendario para preparar la magia al tiempo debido.

“Mis clientes deben valorar el tiempo definitivamente, la calidad de los productos porque cualquiera te podría hacer una torta de chocolate, pero se tiene que entender que detrás de ese postre hay productos de mucha calidad, también personas trabajando en los detalles y que se conserven”

La balanza digital es indispensable para hacer sus postres, ya que la pastelería es exacta. Comenta que en el colegio la criticaban porque casi siempre algo le salía mal, pero con esfuerzo, dedicación y claramente ayuda de la tecnología, todo sale como lo pensado.

Durante todo el año sus preparaciones se venden constantemente, sin importar si es verano o invierno, claro que habrá festividades del año más importantes, donde ciertos postres tienen más salida que otros. Así mismo, su postre estrella es el Tsunami Trufado que posee tres capas de brownie, fudge de olla y berries.

En muchas ocasiones como parte de su laburo ha tenido más de un cliente exigente, pero está segura que de cada uno se aprende. “A fin de cuentas ellos son los clientes, a veces uno tiene que intentar captar la idea porque no siempre saben explicarlo bien, se necesita meterse un poquito en la cabeza del cliente y saber plasmar lo que desea”.

La auténtica repostera, también tuvo la oportunidad de aparecer en algunos segmentos de televisión y además, da clases de verano para niños y adultos donde comparte la pasión por los postres y su preparación, y donde puede desconectarse del mundo con ese hobby favorito.

Por otro lado, tomó Instagram como su fiel aliado y ahora también es considerada una foodie, porque considera que tiene mucha información por brindar a la gente. Como influencer tiene un año y ya ha logrado conseguir bastantes seguidores, alcanzo conectarse con ellos. Asegura que la fidelización viene cuando la gente se engancha con ella, les gusta su estilo y se dan cuenta que no es celosa al compartir sus recetas ya que siempre está dispuesta a darlas. «De esa manera, me sienten más alcanzable y pueden superar errores. Me tienen confianza, no soy una persona lejana a ellos por eso me escuchan y se informan”.

Su objetivo durante los años que vienen es crear su página web, ahí tiene pensado subir videos y les dará a sus consumidores más facilidades para hacer sus pedidos. De la misma manera, piensa trabajar de la mano con el país, porque reconoce que hay mucho más por hacer por la gastronomía peruana (siendo líderes). Nos comenta que para ella ser influencer no es un juego de Instagram donde vas ganando seguidores, para ella es llegar a cada seguidor y culturizar un poco más sobre la gastronomía, y que entiendan lo que pueden hacer con los productos que poseen en su casa y que hay bastante tecnológica culinaria.
“Arriésguense, porque si tienen el arte y realmente les apasiona, cada uno tendrá un estilo y cada uno plasmará cada detalle diferente. Crean y guíense de su instinto”