Nacida en Barranco, en medio de montajes y curadurías, y con una energía positiva que desborda, Aisha Ascóniga, artista representada por BLOC Art, nos recibió en su estudio de San Isidro y conversó con nuestro redactor de Arte, Alejandro Céspedes-García, para contarnos más sobre ella: de su vida, y de su arte (si es que acaso pudieran separarse).

Cuéntanos de tu niñez y tu relación con el arte
Mis papás son argentinos. Mi mamá es educadora y mi papá es filósofo especializado en Estética del Arte. Vinieron para trabajar en una galería de arte llamada Praxis. Era una casa súper grande en Barranco, la cual era mitad nuestra casa. Nací ahí. Creo que por eso el arte es algo natural para mí.

¿Desde cuándo pintas?, ¿Siempre quisiste hacerlo?
La verdad es que el Arte no era tanto una opción. Es algo que empecé de grande. Desde chica, vi como mi papá hacía los montajes, las curadurías… estoy acostumbrada a eso. Era algo tan común para mí que no lo tomé como una opción. Al salir del colegio, dudé entre escoger Arqueología o Arte. Me gusta mucho la simbología. Decidí tomarme un año sabático y probé con la primera opción: fui a la Huaca Pucllana y les pedí tener un acercamiento… duré una semana (risas). Por lo que sentí que debía seguir con lo que era tan parte de mí, pero desde la práctica artística.

¿Dónde te formaste?
Estudié en el Humbolt. Ahí ni siquiera pintaba. Ya luego de mis intentos con la Arqueología ingresé a Corriente Alterna para decidirme totalmente por el Arte. Hice un par de cursos de pintura y acuarela en Nueva York e hice un bachillerato complementario más teórico en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

¿Cuál es tu motivación en la vida?
El arte definitivamente. Creo que a través de él se puede dar a conocer otra perspectiva de la realidad. Poder darle al espectador una posibilidad de pensar o pensarse de forma distinta… Problematizar la realidad me parece algo fundamental.

¿Qué aspectos crees que se necesitan problematizar a través del Arte?
Los temas sociales, más que nada. Sensibilizar. Siento que la finalidad didáctica del arte es imprescindible. Me parece fatal que en el Perú no se le dé la importancia necesaria al arte en la educación. Creo que eso provoca que el individuo no piense y se conecte consigo mismo, y de esta manera es más fácil la manipulación por algunos poderes egoístas.

Tus obras son súper críticas, sin embargo, no son disruptivos a primera vista…
Siento que esa es la hipocresía que vivimos hoy en día. El engaño. Es estético porque todo está bien, aparentemente. Pero cuando empiezas a leer los textos y profundizar en la obra, empiezas a darte cuenta que hay un mensaje atrás. Creo que así es el mundo hoy, movidos por ilusiones… que en gran parte están amarradas al miedo.

¿A qué le temes más?
Al sufrimiento humano y al egoísmo.

¿Te disgusta la moda?
No es algo que me interese. Lo que no me parece es la forma en cómo llegan a las personas y lo que hay detrás de todo eso… No se toma en cuenta todo lo que significa tal o cual forma de belleza. Además de lo que produce en la gente que lo ve: cómo te inculcan los deseos. Te vuelve dependiente, sedienta por los deseos. Por lo tanto, insatisfecha.

En una de tus obras –ya vendidas- intervienes una frase de Kate Moss: “Nothing tastes as good as skinny feels” (Nada sabe tan bien que la propia delgadez), ¿qué opinas de los trastornos alimenticios?
Me parece atroz. Siento que todos los desórdenes que suceden hoy en día son producto de esa época de insatisfacción en la que vivimos, cuyos colaboradores y principales responsables son los que tienen el poder de transmitir los mensajes.

Te siento un alma súper crítica, y que toda la vida has sido muy profunda, ¿Cómo lidias con una ciudad y país que está plagada por estos mensajes?
(Risas) No siento que tenga que lidiar con esto. Es algo en el que el arte me ha ayudado mucho, supongo. Trato de observar y hablar al respecto.

En general, que es lo que buscas expresar en tus obras
Más que nada, llamar la atención de la época de hiperconsumismo e individualismo en la que vivimos, actualmente; y todos los desórdenes psicológicos que pueden desencadenarse a partir de eso. Creo que el gran problema de nuestros días es la insatisfacción personal.

¿Cuál es tu forma de producción artística?, ¿Dónde te inspiras?
Normalmente, el proceso más largo es el de investigación –donde leo y escribo sobre el tema que quiero transmitir- que dura aproximadamente un par de meses. Luego, paso a la etapa de producción. Siempre vengo a Lima, a mi estudio a producir. Luego, la mayoría de veces, viajo a presentarlas al extranjero. Hace dos meses estuve presentando una muestra en Madrid y en setiembre estaré en Buenos Aires y también en la Casa de la Cultura de San Isidro para presentar algunas de mis obras.

¿Cuáles son tus planes a futuro?
Para este año, en octubre, tengo una residencia de grabado con Arte Dos Gráfico en Bogotá. Luego, una individual en un centro cultural en Madrid y un par de ferias más de arte en el año. Para el próximo año, otra individual en La Habana. Además, estoy buscando residencias artísticas en Berlín, Madrid o Nueva York. Es todo lo que quiero hacer. Por ahora.

¿Qué le dirías a esas chicas que están tan pendientes de su físico?
¡Que lean mis cuadros! Y que sepan que no somos esto que vemos.

¿Qué somos?
(risas) Un alma. Somos energía, nuestros valores, convicciones, nuestros deseos…