El archipiélago de las perlas se caracteriza por sus hermosas playas, sus cristalinas aguas de mar, sus impactantes vistas y sus deslumbrantes atardeceres. Las islas que las conforman son paraísos tropicales que permiten a los turistas estar en contacto con la vida silvestre. En muchas de ellas, además, se puede bucear y nadar junto a una infinidad de especies marinas. Algunas islas tienen playas vírgenes y otras son perfectas para hacer ecoturismo, pero lo que todas comparten es que son ideales para desconectarse por un rato y admirar las maravillas de la naturaleza. A continuación, te comparto un poco acerca de mi lugar favorito del mundo, La Isla Contadora

No muy lejos de la Cuidad de Panamá, descansa un archipiélago hermoso. Sus islas no viven del turismo, su nivel de desarrollo está por encima de la media regional y su cocina no se conforma con arroz y bananos.

La verdadera fortuna del archipiélago, nada tiene que ver con dólares en los que coexisten peces tropicales y monarquías rancias. En este paraíso, el mayor tesoro de todos no se esconde en una caja fuerte, sino en la gran variedad de oportunidades de disfrutar la vida junto a la naturaleza. A primera vista, La isla Contadora es mi favorita dentro de este maravilloso ecosistema tropical. A las bondades geográficas hace falta sumar leyendas de piratas, botellas de ron y tragedias esclavistas. Pero eso, también, es un denominador común en este maravilloso mar.

Estas islas son excepcionales porque se toman el paraíso en serio. Doblemente en serio porque su mayor riqueza se encuentra bajo el mar. Mientras que los viajeros anhelan las playas de arena blanca, los termómetros benevolentes y las bahías con delirio de piscina. Los conocedores anhelan -de acuerdo con la sabiduría local- los mejores sitios para bucear.

Los mejores sitios para bucear están en las islas desérticas. La lógica, bastante sensata, obedece a la idea de huir de las tropas de turistas. En las islas más pequeñas del archipiélago, las probabilidades de encontrar más peces y menos personas son considerablemente altas. Eso sí, el privilegio ermitaño cuesta, pues nadando desde Contadora no llegas a los mejores arrecifes. Por suerte, la isla grande también tiene lo suyo.

Los encantos terrestres de Contadora son las playas, las que roban las miradas. Es sabido por todos que el anhelo caribeño puede prescindir de rocas caprichosas y accidentes topográficos, pero del mar y de la arena jamás. Para el visitante promedio, el paraíso sabe mejor cuando se acompaña con muchas palmeras y hermosos árboles.

Finalmente, el mayor atributo de la hermosa isla y maravilloso arrecife es la mágica energía, el cielo estrellado y el aire el cual se siente más puro y cristalino que el mar mismo. Este lugar es paz, tranquilidad y felicidad en unos pocos metros de tierra. Si realmente buscas desconectarte para conectar. La isla Contadora y El archipiélago de las Perlas es para ti.