En la actualidad la tecnología avanza a pasos agigantados. Los niños empiezan a interactuar con dispositivos móviles y computadoras a más temprana edad. Todos se vuelven usuarios de los mismos. Pero ¿qué ocurre cuando se va más allá y se es capaz de entender el código de programación?, ¿Cuándo se es capaz de hacer un software por uno mismo?. Esto es lo que Dolores de Goytisolo (graduada de la Universidad de Pensilvania), tenía en mente cuando ideó “Crea Code”.

Crea-Code es una propuesta educativa divertida que brinda taller de programación y creación tech para niños y jóvenes (7 a 15 años). Todo esto en un contexto creativo, colaborador y divertido, que busca empoderar a niños a desarrollar habilidades de razonamiento computacional. De esta forma darles herramientas para crear, diseñar y aplicar el lenguaje del futuro.

“En el Perú no hay conocimiento de que los niños tienen la capacidad de aprender a pensar como un programador. Ellos tienen la capacidad de diseñar proyectos liderados por ‘coaches’ y aprender herramientas de programación, que se conocen como coding, desde una edad muy joven”, nos cuenta Dolores.

Además de ella, también nos acompañaron tres ‘coaches’: Camila Maura, Daniela Venturo y Gonzalo Vidaurrazaga, que nos contaron un poco de su experiencia en esta noble iniciativa.

Camila cursa el tercer ciclo de Ciencias de la Computación en la UTEC. “Trabajar con niños ha sido una de las cosas más ‘insightful’ que he hecho hasta el momento”. Ella acaba de regresar de un curso en Stanford sobre innovación y emprendimiento. “Siento que yo tengo otro cerebro”, nos dice sobre el curso que ha llevado.

Daniela, quien también cursa el tercer ciclo de Ciencias de la Computación, se integró al proyecto al ver una publicidad en Facebook. “Para los pequeños utilizamos ‘scratch’ que es lo más abstracto que puedes ver en programación. No queremos sólo enseñarles cómo utilizar la tecnología, sino darles las herramientas para que ellos mismos creen su propia tecnología”.

Gonzalo cursa el sexto ciclo de ingeniería industrial también en la UTEC. Junto con Camila postularon, al mismo curso en Stanford, y ambos ingresaron. Es a través de él que ella ingresó a Crea-Code. “Desde chiquito en el colegio empecé a meterme a cursos de robótica. Eso fomentó mucho mi creatividad”. También le encanta trabajar con niños: “Siempre que tengas ese fin que es tu pasión, se va a hacer mucho más fácil completar tu camino”.

Al día de hoy los dos talleres dictados han sido todo un éxito, debido a su enseñanza personalizada y ese ambiente de confianza que se ha creado entre ‘coaches’ y pupilos.