El amor que siente por los animales la vuelven una persona digna de admirar. Valeria Salas, es una mujer encantadora y de alma noble. La primera vez que rescató animales fue a los 16 años. Regresó a casa con tres gatos y un cachorro. No sabía qué hacer y tuvo que buscar inmediatamente hogares para ellos, y lo logró. Desde ese momento supo que podía hacer felices a personas y a animales al mismo tiempo. “Para mí cambiarle la vida a un animal no tiene precio. Es una felicidad inexplicable, es el motivo por el cual nunca voy a dejar de hacerlo”.

Valeria viene estudiando y aprendiendo acerca de los beneficios de terapias con animales, y es uno de sus sueños el de crear un centro especializado en ello. “Me estoy formando como psicoterapeuta de terapia racional emotiva y mi siguiente meta es formarse como psicoterapeuta en terapias asistidas con animales”. Además, tiene entre sus planes tener su propio albergue y continuar ayudando a miles a de animales vulnerables.

Hay muchas cosas que hacen feliz a Valeria. Viajar es una de sus aficiones, le gusta conocer nuevos lugares, pero de una manera diferente, no suele hacerlo como una turista, sino como una persona local. Le gusta vivir la realidad de las personas de los países que visita. “Me encanta vivir la cultura. No me gusta planificar las cosas, me gusta que las cosas fluyan. Me gusta vivir el día a día”.

Valeria tiene muchos talentos, entre ellos la pintura. Mediante sus redes sociales muestra sus dibujos reflejando su destreza para el arte. “Disfruto de hacer retratos a lápiz y cerámica. Es mi momento para conectarme conmigo, me relaja mucho y me ayuda a ordenar mis ideas. Es como una terapia para mí”.
Sin duda, es una chica autentica, solidaria y talentosa.

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