Rodrigo Schang es comunicador en formación y melómano de nacimiento. La música siempre ha formado parte de él. Es una persona que disfruta mucho del arte, la lectura y la diversión. “Me encanta relacionarme con las personas, ser creativo, y creo que vivimos en una era rodeada en base a la comunicación. Todo tiene una razón y un porqué”.
La música juega un factor importante en la vida de Rodrigo. Desde muy pequeño su padre lo introdujo a este mundo lleno de bandas, grupos y cantantes emblemáticos. No puede elegir un cantante o género musical favorito, pues le encanta explorar ritmos y artistas. “Lo que más me apasiona es cómo una canción de unos 3 o 4 minutos puede transmitir tantas ideas y emociones juntas. El nivel de identificación que te puede llegar a plasmar una canción es un sentimiento indescriptible”. Rodrigo no solo escucha música, también le gusta crearla. Sabe tocar la guitarra y dentro de sus planes está crear un proyecto musical en algún momento de su vida.
Su trabajo en una galería artística cambió la manera en como veía y la manera en que interpretaba el arte, a través de las obras de grandes artistas. “Uno puede plasmar una historia, una idea, un recuerdo o un sentimiento mediante el óleo, la arcilla, el metal o el plástico, y poder contar un sinfín de cosas con eso”. La lectura es otra de sus aficiones. Sus libros favoritos son La Palabra del Mudo de Julio Ramón Ribeyro y La Palabra de Irving Wallace. “Sinceramente me encanta leer porque me distraigo y a la vez aprendo cosas nuevas”.
Rodrigo es una persona muy divertida, tiene un humor poco usual, se podría ser que es el divertido de su grupo de amigos y lo reconoce. Le encanta sonreír y hacer sonreír a los demás. Entre sus planes tiene viajar, conocer nuevas cosas y culturas, y, además, le encantaría entrar al mundo de la fotografía. Sí, Rodrigo es un hombre apasionado por muchas cosas.
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