La talentosa piloto Verónica Jane Peyón a los 19 años pasó de manejar Karts (una disciplina del automovilismo que se practica sobre circuitos de entre 600 y 1700 metros de longitud) a autos de carrera y se dedica al cien por ciento a las carreras de autos profesionalmente y es imagen de una marca de bicicletas montañeras.

Tuvo el privilegio de ser hija del gran piloto Ernesto Peyón que ha corrido autos toda su vida, recuerda que por años la llevaba a sus carreras y creció alrededor del taller de su padre que aún se ubica en su casa. “La primera vez que me subí a un kart me sentí en mi elemento”

Su dedicación y amor por lo que hace la llevan a entrenar diariamente, ya que manejar autos de carrera cansa y si alguien quiere mantenerse en un buen ritmo desde la primera hasta la última vuelta tiene que tener un buen físico y resistencia por delante de los otros pilotos.

Ella comenta que desde un comienzo hizo lo que más le gustaba con pasión, entonces los demás pilotos en las carreras vieron que lo hacía con el mismo sentimiento que ellos, no hubo ninguna circunstancia que la haya hecho sentir incomoda. “Siempre he sido la única chica y a pesar de eso nunca he sentido el machismo”.

Así mismo, siempre ha sido consciente que su pasión puede llevar consigo cualquier tipo de accidentes, como cuando participó en el rally de copiloto en Ticleo, durante el transcurso de la competencia tuvieron una caída con pequeñas lesiones que no pasaron a mayores.

A pesar de todo, se queda con los premios y recuerdos que trae cada carrera, uno de esos fue una competencia de karts en el kartodromo de Asia que se llamaba Red Bull Kart Fight, donde los 20 aficionados competían por el mejor tiempo del día y el que ganaba iba a Austria a correr la final mundial. Lamentablemente, después de ganar se dieron cuenta los organizadores que Verónica era piloto profesional, así que en vez de eso le dieron la oportunidad de manejar un formula 3 de Red Bull en el circuito de Austria y si bien no ganó, lo que siempre llevara consigo fue esa gran experiencia como premio.

Perú está valorando muchos deportes que no estaban recibiendo el interés debido. A pesar que Europa nos lleva muchos años de adelante en el automovilismo, ya que es la meca en competencias a nivel mundial, ella considera que Perú ha avanzado bastante, muchos de los carros son vistos por ingenieros de afuera y eso es muy importante para la imagen que podrá tener el país, respecto a la calidad de competencia.

Afirma que en el Perú recibir apoyo de auspiciadores es complicado y puede tardar. Sin embargo, Verónica logro conseguirlos, aunque le demoró un par de años para obtener el presupuesto que necesitaba, recalca que cuando uno es perseverante lo logra, »Para mi no existe el hubiera»

Durante el transcurso aprendió y evolucionó como deportista, y eso la llevó a trazarse más metas.Y esa ganas de seguir creciendo, nos demuestra que Peyón es una mujer amante de los autos que deja huella en la pista de carrera.