¿Alguna vez te has levantado a la mitad de la noche y te diste cuenta que no podías moverte?
Bueno pues, si también te ha pasado, bienvenidx al club, trae algo de comer y toma asiento; te voy a explicar qué es y por qué sucede.
La parálisis del sueño, es un trastorno que afecta aproximadamente al 8% de la población mundial. Existen escrituras sobre ésta que datan del siglo X, donde diferentes culturas la usaban como una manera de explicar fenómenos supernaturales como los alienígenas, fantasmas y la brujería.
Como dice el psicólogo, Brian Sharpless: “Es la experiencia de despertar y darte cuenta que estás paralizado, aunque estás consiente y puedes mover tus ojos. A veces llegas a tener terroríficas alucinaciones.”
Existen tres tipos de parálisis los cuales pueden ser: Intruso (sientes presencia demoniaca), Incubo (sientes una presión en el pecho) y Levitación (asociado a extraterrestres).
Ahora que ya sabemos qué es, vayamos a los casos. Les pedí a unas amigas que me contaran su experiencia.
Paloma: “Hace tiempo no me sucede. Sin embargo, por las veces que he sufrido de parálisis de sueño, puedo describirlo como una experiencia aterradora. No he detectado cuándo exactamente me suceden o por qué razón podría ser, pero en ellas suelo escuchar zumbidos, no puedo mover mi cuerpo; es más, siento algo pesado que me aplasta y ahí es cuando empiezo a respirar rápido y siento que me falta el aire. Solo una vez en la vida he podido ver la imagen de una sombra negra encima mío, que me hizo recordar a los “dementores” de Harry Potter; no podía verle la cara, pero el simple hecho de tenerlo encima de mí y no poder hacer nada, es terrorífico y frustrante. Normalmente para que me pase la parálisis, trato de calmarme y relajarme por más que escuche o vea cosas, porque en el fondo estoy consciente de lo que me pasa. Sé que es una parálisis y todo está en mi cabeza, mantener la calma es lo mejor que uno puede hacer para afrontarlo.”
Lorena: “Me levanté en la madrugada y no podía moverme ni hablar, trataba y trataba y no podía. Empecé a desesperarme, me empezaron a salir lágrimas y luego pasó lo peor: vi en la esquina de mi cuarto a una anciana que estaba acercándose a mi poco a poco. Cerré mis ojos y seguía tratando de moverme, pero no podía. Luego, al abrirlos, la vi encima de mí; traté de gritar, pero no podía. Lo único que me sacó de eso fue cerrar los ojos y tratar de calmarme porque sabía que ella no era real.”
Gianella: “Me levanté en la mañana y no podía respirar ni moverme, los ojos los tenía cerrados. Quería quitarme la colcha de encima, pero no podía. Entonces sentí que estaba flotando, todavía tenía los ojos cerrados así que no vi si había alguien; fue horrible. Después de unos segundos, abrí mis ojos, estaba en mi cama y ya me podía mover.”
A pesar de que seguro muchos de nosotros queramos creer que lo que vemos es realidad, pues no. Todo esto tiene una explicación científica.
Este trastorno sucede en la fase REM de tu ciclo de sueño, en la cual ocurren los sueños más vividos y para que no los actúes, nuestro cuerpo manda señales a nuestra médula espinal y a las moto neuronas y así si, por ejemplo, estás corriendo en tus sueños, no lo repitas en la vida real. Además de esto, en esta fase tiene gran parte un sector de nuestro cerebro llamado amígdala que es importante en el procesamiento e inducción del miedo y la ansiedad; lo que llevaría a que alucinemos cosas terroríficas.
Hay muchos factores por los cuales este trastorno sucede, los más comunes son:
• La genética
• desordenes del sueño
• dormir boca arriba
• no dormir lo suficiente
• baja salud mental
• TEPT o bipolaridad
Aunque todo el mundo quisiera curarse de esto, lamento decirte que no existe un tratamiento, pero puedo darte unos tips para que no te suceda:
• Dormir bien.
• no tomar café o alcohol antes de dormir (buena suerte los fines de semana).
• no dormir con ruidos ni luces.
• meditar.
• tomar antidepresivos, solo si es que los necesitas.
Para terminar, te recomiendo que, si te llega a suceder, ¡no abras los ojos!