“Este va a ser el primer Día del Padre sin mi papá, y el solo hecho de responder esta pregunta por esta vía se hace difícil”, cuenta Yaco Eskenazi, quien este domingo abrazará los recuerdos construidos con el hombre que fue su superhéroe durante muchos años; y quien desde hace 6 cumple la misión de convertirse en uno para Liam, su hijo. “Faltarían páginas para contar todas las cosas que viví con mi papi. Con él nunca tuve miedo de saltar porque sabía que siempre estaría ahí para recibirme, y eso es lo mismo que quiero que sienta mi hijo: la seguridad de que va a voltear y yo siempre voy a estar para él”.
Yaco se ha encontrado en distintos escenarios a lo largo de su vida, donde ha pisado desde canchas de fútbol hasta sets de televisión, y en medio de ellos, el ahora actor y conductor de tv se encuentra en el de la paternidad, encarnando un rol cuyo libreto escribe día a día.
“Es un viaje increíble ser papá. Me gusta sentir que Liam es parte de mí, que es como una obra maestra hecha por mí y por Natalie. La paternidad me cambió radicalmente porque pasé de ser un muchacho arriesgado y sin preocupaciones que pensaba solamente en él, a uno más cauteloso y con los pies mucho más puestos en la tierra, porque tengo a Liam esperándome en casa”.
A pesar de ello, el espíritu del “niño bala” que solía tener de pequeño, sigue vivo. Por entonces, Yaco tenía en mente convertirse en futbolista, sin embargo, su gusto por la actuación, desarrollado en el colegio lo llevaría años más tarde a tomar otro camino. “Ahora que estoy en televisión siento que sí sentía que iba a estar algún día en la tele o que algún día me dedicaría a esto, pero no en la manera como se dieron las cosas”.
Entre la universidad y el fútbol, Eskenazi decide tocar puertas y audicionar para decenas de producciones. Su primera aparición en la pantalla chica la tuvo como personaje secundario en la popular y recordada serie “Así es la vida” durante los dos últimos años de rodaje; e hizo un breve recorrido en la conducción televisiva en el programa “Entre titulares” de CMD. “Después de eso me metí al Taller de Formación Actoral de Roberto Ángeles. Hice muchos castings hasta que un día entré a Esto es Guerra y a la vez actué en Mi amor el Wachiman”, oportunidades con las que empezó a consolidar su carrera en televisión y decide dejar de lado la de futbolista.
“Yo creo en los matrimonios. Como cualquier relación entre dos personas que comparten mucho tiempo juntos, siempre van a haber complicaciones”, afirma. Tras 5 años casado junto a la modelo Natalie Vertiz, ha aprendido que el compromiso es la clave de una unión que, pese a las paradojas de la sociedad actual, considera que es para siempre. Y aunque un matrimonio con hijos pueda traer cansancio y estrés, a esta pareja le trajo la felicidad absoluta. “Liam es la pieza que cierra y da forma a la máquina que formamos Natalie y yo como familia. Él es el motor, el corazón, todo. Me da esa energía que hace que quiera ser mejor para que siempre esté orgulloso y mire a su papá como un ídolo. A mí me pasa así”.
Mirar hacia adelante y no a los costados ha sido la consigna impuesta por sí mismo para convertirse en Yaco Eskenazi, auténtico, delante y detrás de cámaras, “de repente un poquito más renegón, un poquito más pesado fuera de pantalla», diría él. Ha aprendido a aferrarse a los buenos momentos, y darle la importancia que se merece a los malos. Por el contrario a lo que comúnmente se piense, el ser padre, esposo y trabajar en televisión, no le resulta difícil. “Siento que en este momento de mi vida tengo todo lo que soñé, entonces no es tan difícil lidiar con mis sueños”.
Yaco se encuentra cerca a los 40 años, una etapa que viene abrazando poco a poco, con extrañeza, pero sin rechazo alguno. “Llegar a base 4 es raro. De alguna manera sientes que ya has recorrido cierto camino y eso te hace sentir más responsable, sentir un peso. Pero yo sigo sintiendo que tengo 28 años y que nunca voy a envejecer, que soy un niño, y que tengo energía para jugar con mi hijo. Es raro, pero se siente bien. Es una madurez diferente”.
Hoy por hoy, este león histórico ha caído en cuenta de que le toca ser el líder de su manada, tarea en la cual, desde algún universo paralelo, lo estará guiando su padre, y en la cual su desempeño será un homenaje para él.