Hay muchas razones por las que se puede amar una serie, una de ellas, es sentirse identificado con algún personaje o alguna situación. También puede que te la hayan recomendado o porque la trama te llega capturar. Podríamos comparar esa emoción que se siente al amar una serie como cuando se está enamordx. Toda relación amorosa experimenta altos y bajos, lo mismo sucede con las series. A veces algunos aspectos negativos son insalvables y se van acumulando, y progresivamente llevan al espectador a dejar de ver un programa. Es una sensación extraña de desencanto. Una ruptura comparable con la ruptura amorosa, pues ambas terminan con la desconexión con el otro. En las siguientes líneas recordaremos algunas de estas series y conoceremos las razones por las cuales rompimos:
DEATH NOTE
La historia de este anime inicia cuando Yagami Light encuentra una agenda negra cuyo dueño es un dios de la muerte (“shinigami”) llamado Ryuk. El cuaderno es mágico y quien porte la Death Note tiene la capacidad de matar a otra persona tan sólo escribiendo su nombre en el. Al ser el nuevo portador, Light empieza a llevar a cabo el siguiente plan: limpiar la tierra de quienes, a su criterio, son criminales o malas personas. Para detenerlo, la policía se apoyará en un misterioso personaje a quien se refieren como “L”. Así, se iniciará una guerra en la que el ganador será quien descubra la identidad del otro.
El anime captura al espectador y lo mantiene en constante tensión. No obstante, tras el fallecimiento de ciertos personajes la serie empieza a perder el ritmo, llegando a un punto insalvable en el que, si bien aún hay interés por conocer cómo termina la historia, la audiencia siente que la conexión con la serie se ha debilitado.
GILMORE GIRLS
La serie de 7 temporadas se centra en la vida de Rory y Lorelai Gilmore. Su argumento es sencillo, pues se enfoca en permitir al espectador visualizar el desarrollo de ambos personajes. La serie tiene muchos altos y bajos a lo largo de sus temporadas, muchos de ellos causados por la disconformidad de los fans del show con las decisiones de los personajes principales. Por ello, pese a que en el final de la serie haya un giro pronunciado entre cómo eran las protagonistas en un inicio y cómo son en el final, el espectador acepta ese cambio.
El problema reside en la miniserie de 2016, Gilmore Girls: A Year In The Life. Si bien en un inicio causó gran expectativa y nostalgia en los fans de la serie, el retorno de la historia de las chicas Gilmore decepcionó a muchos. Algunas razones son las siguientes: la secuela no cierra las líneas narrativas que quedaron abiertas en el final de temporada de la serie principal; además, el humor que se maneja adquiere un tono que no agradó a los espectadores. Por último, se llega a un punto en el que el cambio en las acciones y personalidad de ciertos personajes ocasiona que el público deje de identificarse con estos.
HEROES
Antes de Arrow (2012), Flash (2014) o Daredevil (2015), existió Heroes. La serie fue una de las pioneras en narrar una historia que muestra la cotidianeidad de un grupo de personas con habilidades sobrehumanas sin estar basada en algún comic. El programa logró captar la atención de un amplio público en su primera temporada al tener una gran flexibilidad narrativa y diversidad de personalidades y razas en sus personajes. Ello permitió que no solo los fans de los cómics se interesasen en esta serie, sino que también lograron cautivar a otro público. La decadencia de la serie inició a partir de su segunda temporada y continuó a lo largo de las dos restantes. La trama se tornó confusa e incongruente. Se sumaron a la serie muchos personajes, algunos memorables y otros cuya participación no tenía justificación. Temporada tras temporada se intentó mantener la historia a flote, pero los fans terminaban más desencantados.
TWO AND A HALF MEN
La sitcom de 2003 cuenta con doce temporadas. El argumento inicial se centra en Charlie Harper (Charlie Sheen) quien ve su estilo de vida bohemio afectado cuando su hermano Alan (Jon Cryer) se divorcia y va a vivir con él junto a su hijo Jake (Angus T. Jones). A lo largo de las ocho primeras temporadas se desarrollan situaciones cómicas que se desprenden de la relación entre estos tres personajes, sin embargo, a partir de la novena temporada la serie empieza a decaer. La salida de uno de los actores principales afecta la trama repentinamente. Debido al formato del programa la llegada de un nuevo personaje, Walden Schmidt (Ashton Kutcher), no se ve forzada. Al ser un sitcom, permite que la repentina introducción de este Schmidt en la serie forme parte de la comicidad que se maneja dentro del programa, no obstante, Kutcher no logra proyectar el estilo cómico que se venía manejando en la serie, tampoco logra establecer naturaleza y complicidad en sus relaciones con otros personajes.
Seguramente existen más de una serie que ha causado diversas emociones en ti y por algunas razones también tuviste que romper con ellas. Hablaremos de ella en una próxima edición.