Fiorella Rodríguez siempre ha lucido sus dotes artísticos en televisión, radio, teatro y cine. Cualquier faceta en el mundo de arte calza perfecto para ella, eso logró posicionar su nombre en la industria artística peruana. Siempre soñó con ser una estrella en la pantalla chica, y desde los 6 años comenzó a mostrar que no le molestaba ser el centro de atención. “¡Era la artista de sala en las reuniones familiares! Salía a tocar acordeón, a cantar, bailar y a tocar guitarra. Me encantaba escuchar los aplausos finales”, recuerda. Así fue como su familia se convirtió en su primer público.
Sus habilidades comunicativas, desarrolladas a la par en su etapa como estudiante de psicología, la acercan a las relaciones públicas, y con ello, a la televisión. “Un día me citan dos directores de noticias a quienes considero mis maestros y me proponen contar a mi estilo los avances de las telenovelas», nos cuenta. Esta fue la oportunidad que por tanto tiempo había esperado y la que le permitió ingresar al mundo de los espectáculos. “Agradezco la cantidad de oportunidades que he tenido, ¿sabes? Todas han sido para crecer y solo para crecer”.
La actuación es una de sus grandes pasiones y le genera miles de sensaciones increíbles. “La actuación es la mejor terapia para la gente. Disfruto de todo el proceso, la llamada del director, pasar el casting, la respuesta positiva, la entrega de guion, la lectura del mismo y mejor de todo es la creación del personaje».
A Fiorella la respalda una larga trayectoria frente a cámaras. Ha conducido más de una decena de programas de televisión, siendo “América Espectáculos” y “90 Show” los que marcaron su regreso a la pantalla chica tras casi 5 años de ausencia, que ocupó como relacionista pública para los más grandes espectáculos musicales de los cantantes, bandas y grupos internacionales que tocaron en Perú durante aquel entonces. También ha paseado su arte por escenarios teatrales, telenovelas y la gran pantalla.
Atravesaba por el mejor momento de su vida, cuando, de repente, una noche en 2005 fue víctima de la delincuencia. Este episodio la sumió en depresión, pero su inquebrantable voluntad no permitió que pierda esta guerra. “Literalmente significó volver a salir a caminar sola. ¡No pude hacerlo durante un año! ¡Es increíble cómo pueden verse alteradas las emociones! El proceso ha sido largo, intenso pero efectivo. Ha dejado muchas enseñanzas, como todo en la vida”.
Este suceso hizo que adelgace mucho. Siempre había sido delgada, entonces el efecto que había desatado aquel episodio fue muy notorio. Miles de personas empezaron a preguntarse qué era lo que ocurría con Fiorella. A pesar de los comentarios mal intencionados que soltaban algunas otras, en ningún momento se amilanó. Por el contrario, aprendió que ocuparse de uno mismo es vital en la vida. “Siempre es mejor utilizar el tiempo en crecer y no fijarse en el otro, pero se entiende y se respeta. ¡Eso sí! Vive tu vida por ti porque nadie más lo hará. La gente es muy generosa conmigo. Mi relación con los seguidores es muy cercana y eso lo valoro demasiado”.
Hoy por hoy es la misma Fiorella de siempre, llena de vida, sueños y energía; «una flaca sana”, como ella dice. ”Olvídate, yo me alimento delicioso y abundante. Vengo de una familia rica en alimentación y disfruto los sabores y colores. Como con hambre y no con ansiedad. En esa época gris de mi vida la ansiedad comía por mí”.
Con ese carisma único, la autenticidad que la caracteriza y un amor propio que fue (y es) luz en la oscuridad en la que se encontraba, Fiorella decide buscar su complemento. “Jean Pierre me ha hecho conocer una manera muy intensa de amar. La complicidad que tenemos es alucinante. Nos sumamos y nos dejamos seducir por el afán de crecimiento personal cada día. Nunca había conectado tan bien con alguien”, confiesa.
“Te das cuenta de que incluso tenías habilidades que antes no habías identificado», comenta sobre su confinamiento en estos últimos meses, «La pandemia ha afectado y seguirá afectando a todos los rubros. Soy locutora de un noticiero radial y estar tan cerca de tantas historias me ubica en una realidad de la cual a veces huimos”, nos cuenta.
Fiorella tiene muchísimos proyectos en mente. Por lo pronto seguirá trabajando como locutora de radio, en un par de semanas la veremos actuar en una obra de teatro virtual y hace poco ha comenzado a introducirse en el mundo del cuidado personal junto a la marca NuSkin. Sin embargo, el proyecto más importante en la vida de Fiorella es seguir creciendo y aprendiendo como persona. “Nunca se deja de aprender, hay que vivir nuestras propias experiencias, ya que a nadie nunca le ha servido las experiencias del otro”.