El concepto más antiguo de Legaltech (Legal Technology) hacía referencia al uso de tecnología en la prestación y comercialización de servicios legales. Luego, principalmente a partir del 2011 y acentuándose en el 2016, la palabra empezó a utilizarse para identificar al sector especializado en crear software y servicios tecnológicos con la finalidad de optimizar procesos y características de los servicios de asesoría legal. Conoce más de esta modalidad de servicios de la mano de Herman Patow, abogado corporativo de ASESORI.
La primera aparición de una Legaltech ocurrió en 1979, cuando la empresa LexisNexis introdujo UBIQ al mercado, el primer terminal usado para conectar personas con bases de datos de leyes y jurisprudencia de algunas bibliotecas de Estados Unidos. Si bien es cierto la definición de Legaltech ha continuado variando desde entonces, lo que está claro es que cuando hablamos de una estamos refiriéndonos al uso de la tecnología para (1) prestar o comercializar servicios legales o (2) proporcionar herramientas que hagan la labor legal más eficiente y menos costosa.
En el Perú, esta industria se ha vuelto cada vez más popular debido a un aparente estancamiento del sector legal tradicional. Cada vez es mayor el número de startups que pretenden transformar la experiencia legal y cada vez son más los estudios de abogados que se presentan como modernos, principalmente por apoyarse en tecnología.
Es innegable que la tecnología es una excelente herramienta para mejorar los plazos, el procesamiento de información y la absolución de consultas rápidas de los servicios legales. Sin embargo y principalmente para aquellas empresas que se ubican dentro de la definición moderna de Legaltech, es indispensable que todo software se apoye siempre en el Know How de abogados con experiencia. ¿Por qué? A continuación, algunos ejemplos:
Trámites administrativos
Acelerar los trámites administrativos y gestionar tareas de los propios abogados en servicios, como el de constitución de empresas y registro de marcas, son algunas ventajas que puede ofrecer una Legaltech, reduciendo incluso los costos involucrados en esta clase de procedimientos. Sin perjuicio de ello y hablando específicamente de una constitución de empresa, la importancia del estatuto reside no solo en prepararla rápidamente para operar, sino también en entender qué es lo que quiere el cliente y adecuar el documento a sus necesidades.
Muchas veces he tenido que modificar el objeto social y los mecanismos de adopción de acuerdos en distintas empresas para conseguir que estas continúen operando, algo que podría haberse evitado si se hubiera personalizado desde un inicio la estructura legal.
Documentos legales y contratos
La elaboración rápida y eficaz de contratos les generan a los clientes una ventaja al momento de concretar operaciones que son importantes para sus negocios. La tecnología con la que operan las Legaltech permite que realicen un análisis más profundo de los principales errores que muchos contratos contienen, razón por la cual se encuentran en una mejor posición para preparar modelos que contengan cláusulas que los corrijan y reflejen los principales aciertos para cada caso.
El problema con los modelos contractuales prestablecidos es que dejan de lado situaciones en las cuales el objeto del contrato es más complejo y requiere un alto nivel de negociación. Además, no debemos ignorar que muchas transacciones tienen implicancias tributarias, algo que debe evaluarse y verse reflejado en los correctos mecanismos contractuales, muchos de ellos personalizados.
Automatización de procesos
En la estructura interna de los despachos de abogados, es importante automatizar las tareas de carácter administrativo para poder invertir tiempo en asuntos legales más importantes. Una Legaltech toma experiencias pasadas para preparar manuales, propuestas y herramientas creadas con la intención de optimizar el tiempo y la gestión de las relaciones con clientes. Un claro ejemplo de estas herramientas son los chatbots, asistentes virtuales que agilizan la absolución de consultas de carácter legal en diferentes materias. No obstante, habría que determinar qué consultas pueden absolverse a través de respuestas automáticas. No todas las situaciones o problemas que un cliente presenta tienen solo una salida, por ello siempre es importante el análisis estratégico y minucioso de un equipo de abogados.
Entonces, una Legaltech puede abarcar muy bien aquellos servicios legales cuya complejidad no requiera la participación de un abogado, por eso pueden ser sustituidos por un sistema que cumpla con el trabajo en menos tiempo y de una manera más práctica. Pero como el mundo del derecho es complejo de por sí, existen también otro tipo de servicios legales que por su complejidad no pueden prescindir de la asesoría directa de un abogado especializado.
Un abogado presta servicios de manera personal y es ese el elemento que no puede quedar fuera en la relación abogado-cliente. Esta se construye sobre un pilar fundamental: la confianza. Personalmente, creo que la resistencia a la tecnología en el sector legal se debe al miedo que muchos abogados tienen por quedar desplazados. Nada más equivocado que eso. La tecnología siempre debe apreciarse como una oportunidad para generarle mayor valor a los clientes, sin importar con qué definición de Legaltech te identifiques.