La famosa Ayahuasca que en quechua significa “soga de espíritus” es una bebida tradicional indígena utilizada en muchos pueblos amazónicos en Sudamérica, como: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. En la cosmovisión de los pueblos autóctonos la Ayahuasca cumplía la función de “soga”, que permitía que el espíritu pueda salir del cuerpo sin que este muriera.
La Ayahuasca ha sido utilizada durante siglos con fines medicinales, asumiendo el rol de calmante como también en las ceremonias y ritos de curación. Antiguamente, existían distintas mezclas que los chamanes shipibos preparaban las pócimas para obtener el efecto deseado de acuerdo al evento a realizarse como: Rituales, ceremonias de celebración, veneración o curativas. Si bien es cierto que la Ayahuasca es una bebida milenaria, cabe resaltar que es una bebida alucinógena, que también forma parte de los efectos que causa. En primer lugar, existen efectos que saltan a la luz rápidamente y que son los más frecuentes como náuseas, vómitos, midriasis, ataxia, sudoración o sensación de temblor en el cuerpo, para nosotros sería identificado como un mal “trip”, pero para los indígenas es considerado como una limpieza del cuerpo que debe realizarse antes de alcanzar un estado de pureza que permitirá encontrarse con los espíritus de la naturaleza. Además, expectora cualquier tipo de parásitos y despoja del cuerpo posibles distracciones. En segundo lugar, tiene efectos mentales que, según conocedores, provoca la más intensa de todas las experiencias psicodélicas, afecta principalmente a la vista y es un tránsito de sueño en el cual se observan deidades, criaturas demoníacas, toda clase de animales y “ayudantes espirituales”, es decir, las plantas cobran vida.
A lo largo del tiempo, la Ayahuasca ha sido reconocida como una sustancia sanadora y no como droga placentera. La mayor parte de personas que han decidido consumir la Ayahuasca lo hacen con fines espirituales, es por ello que es común su ingesta en la meditación o práctica de una religión. En las reuniones llevadas a cargo por chamanes se recitan cánticos y salmos, se balancean abanicos de hojas para despejar el ambiente y el contacto con la naturaleza sea directo.
En Perú, el gobierno declaró el uso tradicional de la Ayahuasca como Patrimonio Cultural de la Nación haciéndola parte de nuestra cultura e historia.
Un dato muy importante que debes tomar en cuenta antes de realizar un encuentro con la Ayahuasca es conocer en su totalidad los posibles efectos, ya que cada cuerpo es distinto; además realizar la reunión con un chamán de confianza y experimentado en el tema para que pueda manejar de manera correcta la situación y tener soluciones rápidas ante cualquier imprevisto, los efectos de la Ayahuasca tardan en aparecer entre 15 a 60 minutos y duran entre 2 a 6 horas.