A veces, doy por hecho que toda secuela no igualará, ni mucho menos superará a su predecesor. Por suerte esta vez puedo decir, confiadamente, que la nueva película de la saga de Ant-Man está “a la altura”.
Como muchas películas de la Fase 3 (Películas que salieron después de Age of Ultron) del Universo Cinemático de Marvel (MCU), el enfoque es en la familia; en este caso, Scott Lang (Ant-Man) junto a Hope van Dyne (Wasp) y Hank Pym, se proponen a rescatar a Janet van Dyne. En los comics, Janet es la Wasp original y además es fundadora de The Avengers junto a su esposo Hank Pym. Ella se encuentra atrapada en el reino cuántico desde hace 30 años y gracias a las hazañas previas de Scott en la última película se logra ingeniar como sacarla de ahí.
La película es divertida y muy recomendable donde hay una mezcla armónica entre la acción y la comedia. Si bien el villano es de “bajo calibre”, sirve como un obstáculo adecuado para los héroes. Paul Rudd sigue siendo uno de los superhéroes más carismáticos en el MCU y ¡vaya competencia que tiene!, mientras que Evangeline Lilly demuestra creativas formas de pelea cuando se puede volar como avispa. Una vez más, Michael Peña se roba el show con su rol de amigo y compañero de trabajo de Scott, no hay momento en el que aparezca en pantalla y no te estés riendo.
No hace falta decir que esta no es continuación al final trágico de Infinity War (IW), sin embargo, no rompe vínculos con el resto del MCU. Cronológicamente, la película se ubica después de la pelea en Civil War donde Ant-Man luchó en el equipo de Capitán América. Además, la película logra explicar la ausencia de Scott durante IW y para evitar spoilers les recomiendo correr al cine a verla.
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