Se dice que el arte es una manera de desintoxicar el alma, de mostrar todo aquello que tenemos dentro, de compartirlo con el mundo. Es universo complejo. Para muchos, colmado de reglas; para otros, se trata de una vía completamente libre. Y para Alonzo Vega, se trata de un refugio.
“Mi pasión por el arte empezó desde muy pequeño, de hecho, me di cuenta que me refugiaba en pintar cuando me sentía solo o cuando una persona que quería me daba la espalda. Era mi forma de protesta por así decirlo. Pensé haber estado influenciado por amor al principio, y no estaba en lo incorrecto. Después de un tiempo me di cuenta que utilizaba sentimientos fuertes para exteriorizar mis emociones, y me gustó mucho lo que salió”.
Al principio sólo pintaba y dibujaba, se trataba de un pasatiempo. Sin embargo, casi sin darse cuenta, su creatividad se vio invadida por otros artistas. Su ojo artístico se cultivó gracias a grandes como Bansky, cuyo estilo sarcástico influenció de manera directa su trabajo “Best Artist Steal”. “Yo no sé dibujar, pero me las ingenio, ahí está el arte. No existen reglas, nadie puede enseñarte a pintar. La nota te la pones tú mismo al principio y luego tienes que aceptar la nota del resto”.
Ha recorrido un largo camino, perfeccionando ciertas técnicas y explorando sus habilidades. Antes de empezar a dibujar, crea una historia en su cabeza, en donde hay un protagonista e imagina que es lo que le gustaría expresar. Cada obra hecha por él tiene una historia que el espectador puede leer e interpretar de la manera que quiera.
Dice que le basta con agudizar sus sentidos para lograr inspirarse. No importa bajo qué circunstancias se encuentre, hallará su fuente de inspiración. Podría ser en la lírica de una canción de rap o una buena charla entre amigos (de esas tertulias en las que uno se toma el pelo y las risas nunca faltan).
Alonzo, por el contrario de muchos artistas, desconoce lo que es el bloqueo creativo. “Puede que flojera sea la palabra, más no bloqueo creativo. Nunca he pasado por uno, por eso es importante hacer lo que amas, para que cuando no quieras hacer lo que haces, aún te guste. Sobre todo en esta coyuntura, en donde el Estado está privando la libertad con el argumento ad-terrorem de proteger la salud, creo que me siento más inspirado que nunca. Estoy tan en contra, que es motivo de protesta, por ende, de inspiración”.
No tiene miedo de abordar temáticas tabú, pues en el arte todo está permitido. Si no logra hacerte sentir algo, ¿realmente estamos hablando de arte? “Tengo en mente obras muy fuertes, que pueden cuestionar los comportamientos que estamos adoptando, o, mejor dicho, nos están imponiendo. Todos estamos bajo una lupa social, solo hay que reírnos de eso”.
Para él, los cánones de belleza no existen. Cree que hablar de reglas artísticas es inútil, pues ante sus ojos no existe ningún tipo de regla en el arte, ni mejor ni peor. “Es como el vino, el bueno es el que te gusta y punto”. Ha recibido toda clase de comentarios sobre su trabajo, y en ocasiones, es difícil oír lo que el resto tiene que decir acerca de lo que amas hacer. “Hay que saber sacarle el jugo a las críticas y canalizarlas, intentar que no te hagan daño, aunque a veces es complicado”.
Los retos no le faltan, pues está bajo el radar de miles de internautas. A pesar de que los seguidores pueden generar presión y hasta influenciar al artista, de manera positiva o negativa, Alonzo dice no sentir gratitud, más bien, apoyo. “No siento que me hacen un favor, siento que mi deber como artista es que mis obras causen emociones, sin tener que explicarlas”.
Ahora, un capítulo completamente nuevo se viene escribiendo en su vida, o como él lo llamaría “un reinicio”. “Es un reinicio de mi tiempo como ser humano. Ser padre te humaniza, sientes un desapego propio y la forma en que ves la vida se transforma de la noche a la mañana”. No descarta plasmar la paternidad en sus obras, pero por el momento viene preparándose para encarar esta etapa. “Estoy confiado en que no será complicado ser buen padre. Dios me ha puesto al lado de la mejor esposa y madre”.
Planes a futuro, hay de sobra. Nos queda mucho por ver de Alonzo y todas aquellas obras que nos tiene preparadas. “Si algún día una de mis obras llega a un museo, puede que me sienta orgulloso de lo que me inspiró en hacerla”.