Sensible, dramática y muy romántica. Sincera, como su música. Así es Nuria Saba. La música es su manera de conectarse con el mundo y una partecita de ella. “Hay muchas cosas que conforman Nuria Saba”, declara. Con un primer disco en el mercado y con una prometedora carrera musical, la cantautora peruana nos habla de música y de ella misma, honesta, como siempre.
Cuando niña, tuvo sus primeros acercamientos a la música gracias a su padre, que era director de teatro y, para crear sus obras, siempre ponía música. Sus clases de piano las toma y las deja, porque sentía que no podía crear sobre Mozart para luego retomarlas la adolescencia. A Nuria le gustaba mucho la poesía y en esta etapa ya poseía sus primeros escritos. Junto con ellos fue a estudiar composición musical al Columbia College en Chicago años después, donde se enfrentó a sus demonios, se dio cara consigo misma y salió de su zona de confort. “Me hizo crecer muchísimo. [La experiencia] tuvo dos lados: uno que fue maravilloso y otro que fue súper duro. Pero lo agradezco todo, porque si no, no hubieran salido las canciones que salieron y no sería la persona que soy ahorita”, comenta.
Antes de llegar a convertirse en solista, Nuria tuvo que superar su miedo escénico. Durante su etapa universitaria prefería estar un poco detrás de los reflectores, dando vida a sus composiciones a través del piano. “Mi problema era tener que estar frente a un público y cantar, decir lo que sentía, porque generalmente (o yo lo creo así) las letras de mis canciones son todas verdad. Tiene algo de mí y no hay nada que sea mentira. Es lo que es. Uno se siente vulnerable y me da mucho miedo eso”, nos cuenta.
En 2016 retornó al país e hizo música para cortos y largometrajes, cine y teatro. Pero el nombre de Nuria y sus letras aún no brillaban, ambas estaban escondidas. Hacía música abstracta, como ella la llama, pero sentía que era momento de hacerla más directa, vulnerable y de desnudarse un poco frente al público: era momento de agregarle letras. La música se convirtió en la cura para la depresión que iba arrastrando. La necesidad de salir de ese hoyo y de contar lo que le pasaba, hizo que mostrara lo que escribía. “[Mis canciones] dejaron de ser algo íntimo y privado. Poco a poco fui tomando valentía y coraje para compartirlas con la gente, no solo guardármelas. La música es mi manera, mi idioma”. Y así nació “Niña Ojos Púrpura”, su álbum debut.
A excepción de una canción, todas las letras y música de su primer trabajo como solista fueron creadas por su puño y letra, y son una representación de la creadora. El disco la ha llevado a pisar varios escenarios capitalinos y algunos otros en Chile.
En nuestro país, su música ha tenido muy buena acogida. La cantautora piensa que ha llegado en un momento donde está habiendo un “boom del arte”. Además, considera que “los peruanos no estamos acostumbrados a recibir y exigir buen arte. Hemos sido muy mediocres, los artistas y el público, por aceptar y hacer cualquier cosa. El público peruano todavía no está bien educado respecto al arte, pero hay que acostumbrarnos. Hay que seguir mostrando [arte], hay que seguir moviéndonos. Desde ahí parte todo y creo que por fin hemos empezado. Estoy muy feliz de eso”.
Y es que no es solo Nuria, otras artistas femeninas están tomando fuerza y abriéndose un camino en la escena musical nacional. Sin embargo, nuestra entrevistada cree que hay una agresividad hacia la mujer fuera de la industria musical y pone de ejemplo algo que le sucedió en medio de una sesión de fotos en la calle: “Pasó un taxista y me dijo “qué tal cara de perra tienes”. Eso ya no es un cumplido, es una agresión fuerte y asusta ahora que la mujer está teniendo más fuerza y empoderamiento. Cuando algo asusta o uno no lo entiende, se tiende a reaccionar mal. Siento que hay mucha agresión ahora”. Nuria cree que frente a esta situación, las mujeres deben ser genuinamente solidarias entre ellas, defender sus derechos en la vida pública y apoyarse unas a otras en la vida privada.
Su próximo trabajo musical será ambicioso. “Queremos que sea un gran disco”, dice emocionada. Esta nueva era estará cargada de canciones con ritmos fuertes, urbanos (no reggaetón, quiso aclarar), que se sienta que son de una mujer en medio de la ciudad, del salvajismo, del caos. “Es lo único que puedo adelantar”.
Se considera madura e inmadura al mismo tiempo, tiende a sentir muchísimo y eso influye en su música. Quiere ser sincera en cada etapa de su carrera. Si hay cambios, quieren que sean reales, porque ser real y honesta (como lo mencionamos al principio) es la marca de Nuria Saba, dueña de una personalidad fresca y auténtica. No existe un personaje, es solo ella.