En ocasiones la vida te sorprende en el momento menos esperado y de la manera que menos imaginas. Eso fue lo que le pasó a Anika Weinstein, joven de 21 años, quien fue diagnosticada de una enfermedad que le generó un cambio de 180 grados en su vida. Las comidas “chatarras”, el pan, pastel de fideos serían dejados de lado por su intolerancia al gluten. Enfermedad que, si bien le generó molestias por la variación en su alimentación, no la detuvo. Esta es una historia de resiliencia y superación que Anika y sus platos han conseguido comunicar con la creación de PechuFree, empresa que no solo transformaría su vida sino la de sus más de 22 mil seguidores en Instagram.
Después de terminar sus estudios en el colegio León Pinelo, Anika se fue de viaje a Israel por un transcurso de 6 meses a un programa llamado Shnat Hajshara, en el cual formalizó increíbles amistades y educativas experiencias, pero también, es allí donde los dolores estomacales la llevarían a internarse por varias horas y hasta días en una clínica: “Comía más que todas, pero igual. Todo el tiempo mal del estómago. Hasta que baje demasiado de peso en tres meses. No entendía qué tenía, hasta que terminaba en la clínica por las deshidrataciones”.
La impotencia y temor de no saber qué padecía y por qué todo lo que comía la llevaba a la clínica, hizo que finalmente llamara a sus padres para regresar a Lima. Es aquí, después de varios exámenes, cuando descubre que sufría de celiaquía, enfermedad que no permite el consumo de gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno: “Pensé que sin gluten significaría no harina, pero sí lo demás. Hasta que después me enteré de que el sillao, los aderezos y la avena tienen gluten. Muy aparte de la contaminación cruzada”.
Al principio, no fue fácil. El ir simplemente un fin de semana a la playa, significaría llevar un cooler con snacks que pueda consumir. Sin embargo, al ser una enfermedad poco frecuente, la escasez y dificultad de conseguir productos gluten-free era una realidad en el Perú. Esta situación aumentó el interés de Anika por la cocina, logrando preparar los platos que tanto deseaba, pero adaptándolos a su condición: “Antes me iba de viaje y me traía tres maletas llenas de comida. Era muy complicado. Así que me dije: voy a empezar a cocinar sano para mí. Empecé a hacer todo. Ñoquis, brownies, alfajores, arroz de coliflor, panqueques. Hubo un punto que hacia todo”.
Ella al igual que sus productos empezaron a ser muy conocidos y pedidos. Es por eso que usando su potencial, creo una página web para compartir sus recetas, pero no le terminó convenciendo ya que buscaba una plataforma con mayor interacción hacia su público. Instagram, entonces, sería esta herramienta que la ayudaría a transmitir sus recetas y compartir su historia de la manera que ella tanto deseaba.
PechuFree GlutenFree es el nombre que eligió Anika para el blog en donde convirtió esa frustración de no poder comer todo lo que ella deseaba en algo increíble. Aquí puedes encontrar recetas como brownies, quinua crispi, trufas, etc.; además de poder adquirir los productos que ofrece a la venta. Lo mejor de la marca, nos comenta Anika, es que puedes encontrar alimentos aptos para celiacos, diabéticos, veganos y vegetarianos; con bajo contenido calórico y alto en nutrientes. Como en su página indica: “¿Para qué romper la dieta si tienes a Pechu-Free?”.
Durante toda la entrevista siempre recalca y agradece el gran apoyo que contó y cuenta de sus familiares y amigos que la han acompañado en cada etapa. Desde la apertura de un blog como marca propia hasta el futuro restaurante que piensa abrir pronto.
Recomienda paciencia a cada persona que esté pasando por su misma situación y que usen todas esas energías en algo productivo y bueno para sus vidas. Lo que ella también quiere demostrar con su página, no es solo un mundo dentro de la celiaquía sino también la conexión de las emociones en nuestra alimentación y la importancia de una estabilidad emocional para sentirnos mejor. Por otro lado, sus estudios de educación y gestión del aprendizaje en la UPC; y de nutrición en Atlantic Internacional University, quiere vincularlos con todo este proyecto siendo coaching nutricional: “más que la comida, está muy relacionada con el estrés y estilo de vida. En un momento que estas feliz, comes bien y te esfuerzas. Las emociones están muy vinculadas. Mi meta es tratar de ayudarlos un poco a organizar sus vidas y lo trato de practicar desde ahora”.
Sus planes para un futuro es seguir impartiendo talleres, pero ahora en la cocina que está construyendo en su casa. Además, desea tener varios locales PechuFree, de los cuales nos mencionó en exclusiva un producto próximo a la venta: “se viene una cosa interesante de unos bowls eso es lo que puedo contar hasta ahora”. Y por último, una de sus metas es seguir ayudando a varios restaurantes e implementar la diferenciación en las cartas para conocer que es apto para celiacos, veganos y vegetarianos y así nadie se quede con antojo.
Finalmente, Anika agradece el enorme soporte y cariño de sus seguidores, que no solo la apoyan sino también la asesoran y llenan un espacio importante en su vida. Para ella, Instagram en vez de consumirle la vida, la ha ayudado para poder cumplir los sueños de cada uno, brindando un dulce y sano toque al diario vivir.