“Cada pareja es única y tiene una historia diferente”, bajo esta premisa trabaja Lucía Bernal, directora creativa de Babel. Diseñadora de profesión y emprendedora por elección.
En el intento de buscar modelos distintos para las invitaciones de su matrimonio, se dio con la sorpresa de que la mayoría estaban hechas a blanco y negro. Comenzó creando sus propias invitaciones de boda sin pensar que, después, tendría a más de una novia tocando su puerta.
Babel es un estudio dedicado al diseño de papelería para fechas especiales como cumpleaños, baby showers y aniversarios. Se especializa en conceptualizar estilos para invitaciones de matrimonio. Lo original de su propuesta consiste en que estas son trabajadas desde cero en base a la historia de la pareja, por lo tanto, ninguna es igual a otra. Ella considera que deben tener el sello personal de los recién casados.
¿Quién está detrás de esta genial idea?
Lucía tenía el trabajo soñado por toda diseñadora gráfica. Durante un largo periodo se desempeñó en diversas agencias de publicidad. A pesar de esto, no era completamente feliz. Decidió darle una pausa a su vida laboral y emprender el viaje que ampliaría su panorama. “Brasil es muy inspirador, tiene muchos ilustradores y una cultura hermosa en términos artísticos”. Se fue a estudiar un curso de Dirección de Arte.
Al regresar, le fue complicado encontrar empleo debido a que la sociedad de ese entonces solo ofertaba puestos para diseñadores hombres. Optó por otro camino y comenzó a hacer branding o construcción de marca para empresas independientemente. De esta manera sus planes cambiaron y surgió frente la adversidad. A la par se adentró en el mundo de las bodas. Como novia tenía el compromiso de hacer que ese día fuera mágico. Sentía la obligación de transmitir por medio de los detalles lo que son ella y Alex, su esposo. Se propuso dejar de lado los tradicionales partes matrimoniales a blanco y negro por invitaciones que respiren la esencia del amor de la pareja.
Ser madre emprendedora es una de las situaciones en las que no existe una receta para el equilibrio perfecto. Por eso la diseñadora se ha propuesto construir su propio camino trabajando cada día en la planificación. Tiene claro dos objetivos: disfrutar cada etapa de la vida de Cristóbal, su hijo, y a la vez hacer crecer su negocio o como ella lo llama “Babel, mi segundo hijo”.
Romántica, detallista y festiva es así como define la esencia de Babel. Para Lucía es muy importante darle personalidad a una marca pues es lo que le da sentido a un negocio. “No solo diseño porque me gusta, lo hago para que las mujeres se sientan únicas y especiales”.
Sus creaciones gozan cada vez de más éxito. La razón es que convierte sus propias necesidades como madre y profesional en oportunidades para diseñar productos útiles e innovadores para las mujeres. Algunos de los que ofrece son planners, planificadores de matrimonio y diarios de bebé. Definitivamente ella es una de las pioneras en responder al grito de las jóvenes por algo diferente en el mercado peruano. Desde los inicios de Babel, Lucía trata de romper con los esquemas del uso tradicional del papel y darle una nueva visión más creativa y divertida.
Lucía Bernal deja un mensaje para todos aquellos con espíritu emprendedor ya sea que estén al inicio o a mitad de una meta. El camino es difícil, pues todo lo que vale, cuesta. “Tienes que tener mucha organización y paciencia, pero sobretodo nunca dejar de luchar por tus sueños”.