El arte ha conquistado el corazón de Sebastián Stimman, actor, guionista, co-director y productor de la película peruana Yuraq. El cine y el teatro fueron un escape del mundo real y le permitieron dejar volar su imaginación para convertirse en quien es hoy por hoy.
A pesar de nunca haber tenido experiencia como actor, Sebastián pasó el casting para pertenecer a un programa de televisión cuando hacia su transición hacia la juventud. “Gracias a eso descubro mi pasión. Ese es el punto más importante del ser humano: encontrar lo que le apasiona”, nos cuenta.
“Decido estudiar teatro por una crítica que me hacen en un periódico, más o menos parafraseando decía ´¿Quién es Sebastián Stimman y por qué le dan un papel protagónico?´”, confiesa. Es así que, después de sus actuaciones en “Placeres y Tentaciones” y “Condominio S.A.”, series peruanas de la década pasada, Sebastián decide ir al extranjero a perfeccionar su talento, no sin antes haber estudiado actuación bajo la tutela de Bruno Odar y Aristóteles Picho.
Fuera del país, rodeado de otras culturas, formas de enseñanza y personas, su visión del arte cambió totalmente. Tras su paso por México y Alemania, Sebastián se queda en Nueva York por 10 años, donde trabajó en producciones cinematográficas y teatrales y obtuvo los primeros premios en su carrera otorgados por la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE), la Organización Hispánica de Actores Latinos (HOLA por sus siglas en inglés) y la organización Artistas de Teatro Independiente (ATI).
Con toda esta experiencia nace la película Yuraq, un reto que asumió como guionista, productor y co-director. Con un equipo humano de cuatro personas –incluyéndolo- el largometraje cumplió con todas las fases de producción, y aunque confiesa que el resultado no fue el que quería, se encuentra orgulloso del trabajo hecho en este proyecto. “No lo volvería a hacer de esa forma, pero definitivamente aprendí muchísimo. Viajé a muchos sitios del Perú, conocí a personas muy humanas y a actores maravillosos”.
El crecimiento de la industria del cine peruano en la última década ha sido notable. Stimman, confeso amante del terror, piensa que se necesitan esfuerzos de todos los sectores para que esta tendencia se mantenga. “Todo tipo de cine es bienvenido. Que se hagan comedias, musicales, terror, de todo. Se trata de crear una industria con oportunidades para todos, con el apoyo de la gente. Necesitamos que todos para que esto crezca: del gobierno, del público, de los cines”.
Sebastián siente admiración y deseos de aprender de personas que trabajan por lo que las apasiona. “Aprendo mucho de ellas, me hacen sentir que no estoy solo”. Una de estas personas ha sido su madre, quien como atleta representó al Perú en dos Olimpiadas. “Ella ha tenido bastante influencia en mi”, nos cuenta. Terco, apasionado y romántico con el arte, así se define.
“El cine, el teatro y la televisión es todo lo que yo soy. Mi carrera es una forma de vida que no decidí vivir, sino que se mostró ante mí”. Para Sebastián, escribir es una necesidad. Historias, cortometrajes y una serie que en un corto plazo espera poder vender a alguna productora, son producto de ella. “Es algo súper personal y sería como un proyecto bajo mi primera dirección. Estoy muy feliz con eso”, cuenta entre risas.
En un futuro se ve actuando en España y México y abriendo su propia productora al lado de sus hermanos, Matthias y Alexander, el mayor. “Con Alexander he encontrado un compañero para escribir, nos ayudamos mutuamente porque tenemos el mismo estilo”. Preparémonos, pues muy pronto oiremos más de este talento marca Perú.